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¿Quién se quedará con los corgis de la reina Isabel II?

La monarca británica tuvo a su cuidado 10 generaciones de coris, pues era su raza de perros favorita

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La reina Isabel ll, quien falleció recientemente, tuvo a su cuidado a 10 generaciones de corgis, pues esa raza de perros era su favorita, y ahora que murió la pregunta es quién se quedará con sus amados perros.

El exentrenador, Roger Mugford apuntó que la pareja sobreviviente de corgis se dará cuenta de la muerte de la reina, cuando sus nuevos dueños se ocupen de ellos de tiempo completo, ya son muy perceptivos de los cambios en su entorno.

“Los perros son muy perceptivos de los cambios en sus dueños. Estoy seguro de que sabían que su majestad estaba en declive y la habrán extrañado. Dudo que haya cambios serios en el duelo, porque estaban tan acostumbrados a ser atendidos por otros miembros de la familia y, por supuesto, por el príncipe Andrew, quien estuvo presente en el momento de la muerte y ahora se hace cargo de su cuidado”.

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¿QUIÉN SE QUEDARÁ CON LOS CORGIS DE LA REINA ISABEL II?

La duquesa Sarah Ferguson considera “un gran honor” quedarse a cargo de los corgis de la reina Isabel ll, por lo que estará a cargo de los dos perros que dejó la monarca británica: Sandy y Muick.

“Es un gran honor. Sandy y Muick son tesoros nacionales y se les ha enseñado bien”, expresó la duquesa a The Daily Telegraph.

A pesar de que Ferguson tiene cinco terriers, asegura que se equilibran bien con los corgis.

“Todos se equilibran, la alfombra mueve cuando muevo, pero ahora me he acostumbrado”, señaló.


LA REINA ISABEL Y SU AMOR POR LOS CORGIS

La reina Isabel ll era conocida por su amor a los corgis, pero no se trataba de un cariño normal de dueño a mascota, su relación con esta raza canina era más profunda, al grado que se rumoraba que prefería su compañía a la de algunos humanos.

De los 32 perritos que tuvo la reina, tras su muerte, solo quedaron huérfanos 3. Eran los consentidos del reino, pues tenían privilegios que ningún otro habitante del palacio, eran los únicos que gozaban de total libertad para entrar y salir de los apartamentos privados de la reina.

La reina quería tanto a sus corgis que ella misma supervisaba su dieta diaria, que consistía en un filete y una pechuga de pollo y era servida todos los días a las 17 horas. Gozaba tanto de su compañía que los llevaba a eventos especiales.

Dado que la reina no quería que ninguno de sus perritos se quedara huérfano, motivo por el cual desde los 88 años dejó de criar más corgis. Sin embargo, aceptó a Muick y Fergus porque fueron un regalo de su hijo y los disfrutó mucho.

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(Lérida Cabello)