Un hombre se encontraba cansado de la vida que llevaba junto a su esposa, por lo que decidió irse de casa cometiendo un delito para ser recluido en prisión, por lo que robó un banco; pero nunca pensó que le darían prisión domiciliaria.
En septiembre de 2016, ingresó a un banco para robarlo, se dirigió al cajero y le dijo: “Tengo un arma, dame el dinero”.
El empleado le dio a John alrededor de 3 mil dólares, con los que intentó retirarse, peri sólo llegó hasta la recepción y se sentó a esperar a la Policía.
“Soy el hombre que estás buscando”, le dijo al primer policía que llegó a la escena del crimen.
Después un agente del FBI reveló la historia que le contó el asaltante.
Según el relato, Ripple discutió con su mujer y no quería volver a su casa, por lo que decidió cometer el robo e ir a prisión e incluso le escribió una carta a su cónyuge en donde le decía: “Prefiero estar en la cárcel que en casa”.
El hombre se declaró culpable en el juicio y pudo ser condenado a pasar 37 meses en prisión, pero su abogado y los fiscales federales pidieron clemencia, por lo que el magistrado decidió una sentencia de seis meses de arresto domiciliario, tres años de libertad vigilada y 50 horas de trabajo comunitario.
Con información de E-consulta.
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