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El descubrimiento que marcó la arqueología mexicana

Carlos Javier Sánchez afirmó que el descubrimiento de los primeros vestigios del Templo Mayor marcaron una nueva época en la arqueología mexicana

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CIUDAD DE MÉXICO.- El director del Museo del Templo Mayor, Carlos Javier Sánchez, afirmó que el descubrimiento de los primeros vestigios del Templo Mayor en 1914, marcaron una nueva época en la arqueología mexicana.

Al dictar la conferencia "La búsqueda y el descubrimiento del Templo Mayor", Javier González consideró que la investigación sobre el pasado prehispánico significó una búsqueda de las raíces mexicanas, en actividad donde destacó la labor realizada por el arqueólogo y antropólogo Manuel Gamio (1833-1960).

De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el arqueólogo ofreció un recuento histórico de las representaciones más importantes del edificio religioso de Tenochtitlan y de los esfuerzos que se realizaron para localizarlo.

En la sesión incluida en las actividades de la exposición "100 años del Templo Mayor. Historia de un descubrimiento", se expusieron algunas de las primeras imágenes del santuario mexica que llegaron a Europa.

Las primeras referencias sobre Tenochtitlan y del Huey Teocalli en ese continente provienen del plano atribuido a Hernán Cortés, quien lo envió junto con su "Segunda Carta de Relación" al emperador Carlos V en 1522.

El director del recinto señaló que "en las primeras descripciones del siglo XVI, se hablaba del Templo Mayor y de los templos en general como torres o mezquitas, porque los europeos sólo tenían esas referencias para sitios de culto ajenos a la religión cristiana".

Describió que en el mapa de Cortés -conocido también como Mapa de Nuremberg-, el Templo Mayor se situaba entre la calzada de Tlacopa, hoy Tacuba, que llegaba del poniente, y hacia el sur, por la de Iztapalapa, por donde arribaron los conquistadores el 8 de noviembre de 1519.

El especialista detalló que en Nuremberg, Alemania, se publicó en latín, en 1524, el libro que contenía la traducción de la segunda y tercera cartas de relación que Cortés le envió al rey español.

Recordó que en el caso de la ilustración del recinto sagrado, incluida en los textos de fray Bernardino de Sahagún, se resaltan edificios como el del Juego de Pelota o el temalácatl, piedra que se usaba en el sacrificio gladiatorio en honor al dios Xipe Tótec.

El arqueólogo mencionó que el franciscano Fray Toribio de Benavente o Motolinía, de los primeros 12 misioneros que llegaron a la Nueva España en mayo de 1524, refiere que la demolición del Templo Mayor no ocurrió de inmediato a la llegada de los españoles.

"En sus memoriales, Motolinía habla de algunas características del Templo, entre ellas, el número de escalones que tenía, eso indica que el edificio estaba en pie en la segunda mitad de 1524", acotó.

En el siglo XIX, el arqueólogo e historiador Alfredo Chavero retomó a Motolinía en el sentido de la ubicación del Templo Mayor, mientras el antropólogo Leopoldo Batres, investigador durante el Porfiriato, indicó que, si los españoles construyeron sus iglesias sobre los templos prehispánicos, el Templo Mayor estaba ubicado debajo de la Catedral.

En 1913, Manuel Gamio supervisó la demolición de la casa que ocupaba la esquina de las calles de Seminario y de Santa Teresa o Guatemala, y con base en algunos hallazgos cerca de ese punto, advertía la importancia para localizar el recinto.

Las pesquisas que realizó en el archivo técnico del INAH le permitieron conocer las fechas exactas de los hallazgos de los primeros vestigios de la edificación religiosa, mediante oficios que Gamio intercambió con el director del Museo Nacional y otros funcionarios.

Él fue el primero en identificar las evidencias del santuario, entre el 6 y el 16 de mayo de 1914, y sobre el tema, Ángeles González Gamio dará detalles en la conferencia "Manuel Gamio, el hombre, el intelectual y el abuelo, programada el próximo 21 de febrero.

Mientras Gabriela Sánchez Reyes hablará mañana sobre el "Descubrimiento del Templo Mayor bajo las casas virreinales de la condesa de Peñalba", en el auditorio Eduardo Matos Moctezuma del Museo del Templo Mayor.

 

 

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