Un estrés físico o emocional intenso, como la pérdida de un ser querido, puede rompernos el corazón, y se debe a un aumento en el nivel de hormonas relacionadas al estrés, de acuerdo a un estudio del American Journal of Cardiology. El músculo cardíaco se resiente y se debilita hasta el punto en que el ventrículo izquierdo toma una forma cónica.
Para entender este trastorno, se debe comprender primero la manera en la que el cuerpo reacciona al estrés.
Ilan Wittstein, cardiólogo de la Universidad John Hopkins, comentó que el término surgió después de que muchos investigadores notaron que varias personas con la enfermedad estaban en duelo.
De los primeros pacientes, varios acababan de experimentar la muerte de un ser querido y otros habían experimentado traumas como un accidente o un asalto, explicó el experto.
Bajo niveles extremos de estrés, el cuerpo libera en exceso productos químicos, como la adrenalina, que puede aturdir al corazón, dejándolo incapaz de bombear sangre adecuadamente, expuso Peter Shapiro, profesor de la clínica de psiquiatría en la Universidad de Columbia.
Entre los síntomas están el dolor de pecho, la dificultad para respirar, dolor de brazo y la sudoración; normalmente es temporal, no deja secuelas, y no afecta a las arterias coronarias como un infarto, sino al músculo cardíaco.
Más del 90 por ciento de los casos notificados ha sido en mujeres, especialmente después de la menopausia.
De acuerdo con los estudios, aproximadamente 2 por ciento de las personas que parecen tener un ataque al corazón, en realidad están pasando por el síndrome del corazón roto.
Si acabas de pasar por una situación dolorosa, estrés o trauma emocional, esto puede ocasionar el problema, además del estrés físico causado por la baja del azúcar en la sangre.
A diferencia de un ataque al corazón, donde una o más arterias se bloquean, durante el síndrome del corazón, los vasos sanguíneos permanecen estables (Con información de Fucsia).
glc