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¿Cómo se relacionan las parejas del siglo 21?

No ser un noviazgo formal o un matrimonio, no implica que las personas no puedan vivir una relación amorosa

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 ¿Qué pasa con las relaciones de pareja en los tiempos de la tecnología, de las redes sociales, del consumo instantáneo de información?

Al parecer los modelos de relaciones monógamas tradicionales, están en vías de extinción. Ahora se prefieren formas como pasar juntos sólo los fines de semana, tener amigos con derecho o ser pareja, pero vivir cada uno en su casa. ¿Te identificas con alguna?

María Beatriz Pereira Reis, psicóloga de adultos de ISEP Clínic Barcelona, explicó cómo funciona cada relación, cuáles son los puntos fuertes y débiles y de qué manera evolucionan las diferentes modalidades de estas parejas del siglo XXI.

Juntos el fin de semana: Suelen estar conformadas por adultos entre 25 y 35 años. Como están en la etapa profesional, muchas veces deben viajar o estar en lugares diferentes a los de la pareja, por lo que acuerdan verse el fin de semana como recompensa de no haberse visto. 


Una de las fortalezas es que se alarga la fase enamoramiento, pues la ausencia hace que al volver a verse, se perciba la presencia como si fuera la primera vez; además de que al tener poco tiempo para compartir, refuerzan los aspectos positivos de la relación.


Sin embargo, uno de los puntos débiles es que sus miembros pueden volverse celosos, inseguros o muy egoístas con su espacio individual, y aumentan las probabilidades de infidelidad por la distancia física. 


Amigos con derecho: 
Los amigovios mantienen relaciones sexuales en un vínculo de menor compromiso formal que un noviazgo, son una relación amorosa y erótica en la que se niefa el encuadre matrimonial. 


No son novios ni amantes. Son parte de una relación en la que abundan la exploración, las búsquedas y el sexo, todo se vale, menos enamorarse. 


Este tipo de relación tiene un comienzo y un final, aunque puede renovarse; no tiene cotidianeidad, ni proyectos vitales futuros; y crea la ilusión de un placer permanente sin un encuadre estable.


Aunque parecen relaciones simples,  son sinónimo de complejidad, por las reglas intrínsecas, el lenguaje adulto y desprejuiciado, la cabeza abierta y demás cosas que las hacen únicas e intransferibles.


Cada uno en su casa: Normalmente superan los 40 años de edad, son monógamos y tienen un vínculo estable y duradero. Casi todos ya estuvieron casados y tienen hijos, por lo que eligen compartir la vida con el otro, pero sin el desgaste de la convivencia viéndose, al menos, dos noches por semana. 


Relaciones en línea:  Las páginas para conocer gente y las redes sociales son un método habitual para hacer nuevos amigos y encontrar a alguien especial, donde se produce una conexión, una afinidad, un encuentro entre dos personas que encajan bien.


Una posible ventaja de estas parejas es que la apertura hacia el otro puede ser más auténtica, porque quizá se conozca el interior de la persona saltando sobre las barreras sociales, como la importancia del físico, el dinero o la posición social; además resulta más fácil hablar sobre uno mismo, porque no está delante de nosotros. 


Una de las desventajas es que la persona al otro lado de la computadora puede jugar sus mejores cartas para vender una imagen poco real de sí misma.


La experta recordó que muchos enamoramientos virtuales se deben a la soledad y a la insatisfacción, y que la persona virtual siempre parece encantadora, debido a que sólo contacta en las ocasiones que le apetece hablar (Con información de Vanguardia). 

 

glc