La joven Katie Stubblefield intentó suicidarse cuando tenía tan solo 18 años. Entró en el baño de su casa con un rifle en las manos y se disparó en la cara. Sobrevivió pero sufrió graves daños en el rostro y unos años después, se convirtió en la mujer más joven en recibir un trasplante de cara.
De acuerdo a una publicación de National Geographic, Katie intentó suicidarse tras experimentar varios problemas en su vida, como una cirugía por problemas gastrointestinales, la pérdida de trabajo de su madre y una ruptura amorosa.
Al sentir que no había salida, tomo un rifle y disparó justo debajo de su barbilla.
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La mujer más joven con un trasplante de cara
La joven sufrió graves consecuencias, ya que perdió parte de su frente, nariz, boca y mandíbula. Los ojos también sufrieron graves daños, por lo que fue necesario realizarle 22 cirugías.
Desde marzo de 2016, Katie se anotó en la lista de espera para trasplante de cara y tras un año de esperar, le informaron que Adrea Schneider, sería su donadora.
En una intervención quirúrgica que duró al menos 31 horas, un grupo de especialistas hicieron el trasplante de rostro en el Cleveland Clinic.
La cirugía incluyó frente, párpados superiores e inferiores, cuencas del ojo, nariz, boca, labios, mejillas, mandíbula superior y parte de la inferior, dientes y músculos faciales.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos donó los recursos necesarios para realizar el trasplante de cara a través del Instituto de Medicina Regenerativa de las Fuerzas Armadas (AFIRM).
Cuando se sometió al trasplante Katie tenía 21 años, por lo que se convirtió en la receptora más joven de un trasplante de cara en los Estados Unidos.
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¿En qué consiste un trasplante de cara?
Es una intervención quirúrgica que permite reemplazar parte del rostro de una persona con parte de la cara de otra.
Los receptores potenciales son personas cuyos rostros han sido dañados, deformados o desfigurados a causa de quemaduras, traumatismos, enfermedades o defectos congénitos.
Se deben tomar varios aspectos para elegir a los candidatos, como el sexo del paciente, su edad y color de piel. La cara del receptor se retira y se sustituye por la nueva, incluyendo tejidos grasos, nervios y vasos sanguíneos.
Una de las fases más complicadas de la cirugía es el tejido muscular, porque es el que determina la expresividad y debe ser esculpido detalladamente para adaptarse a la forma del nuevo cráneo.
La cirugía puede durar entre ocho y quince horas y requiere de un gran equipo de especialistas.
Otro caso de éxito fue el de un bombero llamado Patrick Hardison, quien fue el primer paciente en recibir el trasplante de cara más completo en la historia de la medicina.
Su donante fue David Rodebaugh, un joven de 26 años quien murió tras un accidente de tránsito con la bicicleta.
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