Al hablar de exfoliación lo primero que se viene a la mente es un tratamiento para el rostro con el que podamos eliminar las impurezas de la piel. Otros quizá lo relacionarán con el procedimiento para el cuerpo o alguna zona específica como los pies, que suele realizarse cuando estamos dentro de la regadera, como parte de nuestra rutina de belleza y limpieza.
Sin embargo, la exfoliación se ha llevado a otras zonas del cuerpo, siendo la cabeza la más reciente en recibir las bondades de este tratamiento con el que se busca eliminar residuos de una manera más profunda, comparada con un shampoo, y para darle un estímulo a la piel para su regeneración.
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Por años, el ritual de belleza enfocado a la cabeza y el pelo se ha limitado al uso de shampoo, acondicionador, alguna crema reparadora, aceites que nutran la cabellera, uso moderado de utensilios de peinado, con la finalidad de evitar maltratarlo, y el habitual corte.
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Pero en los últimos años, las firmas cosméticas han incluido un paso extra, que es el de exfoliar la cabeza. Suena extraño, pero tiene su lógica, si comprendemos que el cuero cabelludo finalmente es piel, por tal motivo, se justifica la propuesta de incluir este nuevo paso a nuestro ritual de cuidado.
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Así como se atiende el rostro con el uso de desmaquillantes, el lavado facial y la exfoliación semanal, quincenal o mensual, según nuestros hábitos; lo mismo requiere la zona de nuestro cuero cabelludo, para que esa zona oculta por todo nuestro pelo pueda limpiarse a profundidad, se desintoxique y se estimule para que se encuentre saludable y nuestro pelo no pague las consecuencias.
“El cuero cabelludo es la piel sobre la que crece el cabello. Para tener un cabello sano es necesario que la base sea sana y limpia”, explica la estilista Claudia Di Paolo para la revista Vogue de España.
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Cuando realizamos una exfoliación, ya sea con cremas, mascarillas, geles, aceites o limpiadores, la piel, a través del masaje, eliminará aquellas impurezas y células muertas que están impregnadas, permitiendo que los poros se descongestionen, dejando la piel limpia y lista para que se regeneré y pueda recibir mejor las propiedades de los productos posteriores que se apliquen.
En el caso de la exfoliación del cuero cabelludo, los resultados son prácticamente los mismos. Al aplicar un producto, se eliminará aquellos residuos que se han quedado impregnados en la piel de la cabeza, como spray, suciedad, células muertas o cualquier producto modelador para peinarse.
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Al realizar este procedimiento, el cabello será el más favorecido, pues al eliminar el cebo y grasa asentada, podrá tener un crecimiento más saludable, sin obstáculos que le impidan un buen desarrollo. Incluso, todos los productos posteriores que se le apliquen, tanto de limpieza, modeladores de peinado o mascarillas nutritivas, serán mejor aprovechadas recibiendo sus nutrientes a mayor profundidad.
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Está comprobado que el aspecto de la cabellera cambiará notablemente, pues la sensación de limpieza profunda será permanente, el pelo tendrá más cuerpo y estará más manejable. Incluso, el pH estará más equilibrado reduciendo la tendencia a engrasarse, de ahí que se recomiende exfoliar la cabeza a personas con tendencia al pelo graso.
Incluso, está recomendado, siempre bajo prescripción médica, en pacientes con problemas de dermatitis, psoriasis, descamación o caspa.
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