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El ABC de los correctores de maquillaje

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 En el universo del maquillaje, todos los productos que se crean cubren necesidades específicas o sirven para cumplir con funciones muy concretas. Hoy hablaremos de un producto que forma parte de los básicos de la cosmética: el corrector.

Sin importar la edad, los correctores son un salvavidas para todas las mujeres, pues su función principal es cubrir las imperfecciones del rostro, que van desde las ojeras hasta las marcas de la piel, ya sean producto del acné --como cicatrices--, hasta otras lesiones como manchas y hasta para difuminar o aligerar las líneas de expresión. Su uso es incluso recomendado para iluminar el rostro y jugar con la luz y las sombras.

 

(FOTO TOMADA DE PIXABAY)

De acuerdo con los profesionales de Maybelline New York, su uso está indicado para aplicarse en distintas zonas del rostro: ojeras, párpados, la zona T (que comprende la frente, el puente de la nariz, bigote y mentón) y las mejillas y ¡ojo! tiene que ser un tono más claro que el de tu piel, para tener un resultado más depurado.

La aplicación también es importante. En el caso de las ojeras usa tu dedo anular dando suaves toques en la parte baja del ojo, desde el lagrimal hasta el otro extremo. Tip: este dedo es más fuerte que el índice.

Así como lo hiciste con las ojeras, repite con el párpado, porque también es una zona que suele oscurecerse. Tu dedo anular será el instrumento ideal para aplicarlo. El color debe ser el mismo. Una vez aplicado, ya puedes usar tus sombras favoritas. Verás cómo se realza el color.

 

(FOTO TOMADA DE PIXABAY)

En cuanto a la zona T, estamos hablando de una zona que es más grasosa y brillosa que el resto de la cara. Aplícalo con mayor atención en aquellos sitios con imperfecciones para difuminarlas o emparejarlas con el resto de la piel. En el caso de las sienes o el entrecejo, úsalo para iluminar y resaltar. El color aquí puede seguir siendo el mismo que usaste anteriormente o puedes apoyarte en un tono que se asemeje más al de tu piel.

Un tono más oscuro a tu piel servirá para afinar tus mejillas y pómulos. Aplícalo de manera muy sutil, siguiendo las técnicas de contouring, para estilizar tus rasgos.

SUS FORMAS

Ahora ha llegado el turno de hablar de las distintas presentaciones que existen. La gran mayoría de los que están disponibles son en versión crema, mousse y líquida. Estas tres son las más recurrentes y las que más demanda tienen, ya que por su consistencia permiten distribuirse sin mayores complicaciones. Además, sirven también como humectante.

Las versiones sólidas, como en barra o polvo, de acuerdo con los expertos, funcionan mejor en pieles jóvenes, cutis grasos y para ocultar granos o barritos.

El color nude es el más popular y más vendido, pues muchas mujeres creen que es el que mejor le va a su tono de piel. Sin embargo, esto muchas veces es incorrecto. Por ello, muchas marcas han creado correctores de distintos colores; cada uno corresponde a una función o zona. La firma de cosméticos Fenty, desarrollada por la diva pop, Rihanna, ha tenido gran éxito gracias a la enorme variedad de tonos que ofrece en correctores y bases de maquillaje para todas las pieles.

De acuerdo con los expertos de BYS Cosmetics, el corrector verde está indicado para cicatrices o erupciones de acné. Lo mismo para pieles con rosácea, ya que al aplicarlo atenuará ese tono rojizo. El amarillo lo recomiendan para las zonas moradas u oscuras del rostro, como lo son las ojeras. El azul ayuda a corregir las manchas de la piel de tonos café o naranja, producto del sol, por ejemplo. El corrector naranja está indicado para difuminar las tonalidades azules de la piel, como son las venitas que se llegan a transparentar o moretones. Por último, un tono café o terracota te sirve para marcar el contorno del rostro o para enfatizar tus rasgos a través del contouring.