No sé ustedes, yo vivo en Mérida y estás temperaturas, no son formas de vivir. Al menos no sin un tinto de verano.
Su origen remonta a los 60 en Andalucía, España, que es una de las zonas vitivinícola más importantes del país. Unos turistas británicos sirvieron hielo, vino y agua con gas en una copa con rodajas de limón y naranja para poder tomar algo freso durante su viaje. El nombre tinto de verano hace referencia a la bebida y la época del año en la que usualmente se toma.
En una generalidad no usaríamos un muy buen destilado en un trago que se mezcla con algo más. Un ejemplo sería que no usaríamos un tequila Herradura o Corralejo para hacer una paloma. Algo similar en este caso. No recomiendo usar un vino seco para esta bebida, esto quiere decir que vamos a usar un vino dulce y de cosecha joven. En todo caso, al final es el vino que más te guste.
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Un tinto de verano
1 PERSONA
Vino tinto de preferencia dulce (Recomiendo Vino Tinto La Redonda)
Fresca
Hielo
1 fresa picada
3 uvas verdes partidas a la mitad
2 rodajas de naranja
PROCEDIMIENTO:
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En un vaso o una copa (recomiendo la copa) servimos el hielo y ponemos la fruta encima.
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Servimos una tercera parte de vino (130 ml, más o menos)
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Servimos la fresca hasta rellenar el vaso o la copa.
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Decora la copa con una rodaja atorada en el borde de la copa o vaso.
Fácil, sencillo y delicioso. Justo y necesario para el calorón que se avecina, un día en la alberca, comida en familia, pre-copeo antes de salir a bailar. Es perfecto y refrescante.