La mente es tan poderosa que le hemos dado el poder de sabotearnos, aun cuando tenemos el control de nuestros pensamientos. Un claro ejemplo es la manera en la que vivimos, buscando satisfacer los estándares que la sociedad nos ha marcado, como ser demasiado productivo, siempre dar más de lo que realmente podemos, a no quejarnos, a estar siempre dispuestos.
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Esta vida tan demandante ha tenido un impacto en la salud mental de las personas, que se traduce en cansancio, hartazgo, irritabilidad y hasta cuadros de depresión, entro otros malestares.
Como una alternativa a tanta presión a la que estamos constantemente sometidos, es que se han promovido estrategias que nos permitan disminuir los niveles de estrés y ansiedad, a través de un trabajo de conciencia que nos permita enfocarnos en el presente.
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“El 50% del tiempo nuestra mente está perdida en un estado de divagación y ensoñación auto-narrada y auto-centrada. Es decir, pasamos la mitad de nuestra vida contándonos cosas sobre nosotros mismos, lo que es mayoritariamente inútil”, explica Tindala Mindfulness, un gimnasio para la mente que, a través de programas y guías, busca reforzar las áreas del cerebro encargadas de estar más atentos y a darnos cuenta de cuando estamos atrapados en este estado de divagación.
Estilo de vida saludable
Para entender el mindfulness debemos de situarnos en el origen de la palabra, que es una traducción a la lengua inglesa de la expresión Sati, en lengua Pali, que significa conciencia, atención y recordar. Es ahí como este concepto se ha llevado a la práctica a través de un entrenamiento que busca se convierta en una habilidad y que se pueda aplicar en cualquier lugar y situación.
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¿En qué consiste?
La idea principal del mindfulness es identificar cuando nuestra mente comienza a divagar, normalmente con situaciones, hechos o pensamientos negativos, que nos producen estrés y angustia. Una vez que somos conscientes de que nuestros pensamientos nos están jugando en contra, debemos poner en práctica ciertas habilidades que nos extraigan de esas imágenes que nos producen conflictos internos.
La práctica
Si bien, se han desarrollado talleres y cursos para trabajar nuestra mente, como lo es la meditación, que es una de las tantas opciones para controlar los pensamientos, existen ciertas prácticas y habilidades cotidianas que se pueden empezar hacer para controlar nuestra imaginación.
“Se puede practicar mindfulness en cualquier momento y en cualquier lugar. Solo basta llevar la mente a algún ‘objeto’ y focalizar ahí por algún tiempo. Puede ser en la respiración, pero también en algún aroma u otra sensación corporal. Y regresarla nuevamente a este ‘objeto’ cada vez que nos damos cuenta que nos hemos distraído”, siguieren los especialistas de Tindala Mindfulness.
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Resultados
De acuerdo con los expertos en esta disciplina, cuando entrenamos la mente o la usamos a nuestro favor a través de los pensamientos cambia totalmente nuestro panorama y nuestra manera de actuar, de reaccionar y hasta de vivir.
“La práctica nos ayuda a cultivar una mayor presencia y a relacionarnos con todas las experiencias de nuestra vida desde una perspectiva menos enjuiciadora y sufriente. Lo que resulta en un mayor equilibrio emocional y sensación de bienestar general”, explican sobre algunos de sus beneficios.
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Además del manejo del estrés, el mindfulness ayuda a controlar mejor las situaciones desafiantes y no evadirlas como solemos hacer o reaccionar. En términos personales, tienes más claridad sobre tus sentimientos y los transmites con mayor seguridad, siempre conectado con tu esencia, recuperando el balance y la paz interior.
También, aprendes a vivir en plenitud y desarrollas la auto amabilidad que se ajustan a la perfección a tus propósitos personales y laborales.
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