Muchos de los alimentos que solemos consumir, y que están catalogados como nutritivos — como ciertas verduras—, pueden llegar a jugarnos una mala pasada y caernos muy mal a la hora de ingerirlos.
Lo mismo sucede con otras especies de otros grupos de alimentos, como algunas semillas o legumbres, que nos puede provocar inflamación abdominal.
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Esto sucede durante el proceso de digestión, cuando al ingerirlos se descomponen las proteínas, azúcares y carbohidratos de los alimentos, provocando que se generen gases que harán que se inflame el vientre y exista la necesidad de expulsarlos.
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Si bien, existen ciertas condiciones que también pueden provocar estos malestares estomacales, como tener colon irritado, padecer de gastritis o colitis, o ser intolerante a ciertos productos (muy común en los lácteos), también suele darse por la naturaleza propio de los alimentos, por lo que no está de más evitarlos o limitar al mínimo su consumo para evitar que se hinche el estómago y nos llenemos de aire.
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Cereales
Seguro te ha pasado que probaste una ensalada con papas cocidas y de inmediato te hinchaste. Esto se debe a que contienen altas concentraciones de almidón, uno de los enemigos a vencer si no queremos inflamarnos, por ello, deberás restringir su consumo de algunos cereales, como el maíz, centeno y el trigo.
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Legumbres
Considerados como un super alimento, las legumbres son ricas en proteína y fibra, entre otros nutrientes, como hierro, calcio, potasio, fósforo y vitaminas. En las dietas veganas y vegetarianas suelen ser protagonistas en la preparación de alimentos, que suelen sustituir a las proteínas animales.
Sin embargo, todas sus maravillas pueden verse opacadas porque a muchas personas suelen caerles muy mal a la hora de la digestión, esto debido a la fermentación que presentan en el intestino, lo que provoca que se generen gases.
Algunos médicos sugieren moderar su consumo para evitar dichos problemas estomacales, mientras que otros apuestan a consumirlos normalmente hasta que el organismo se acostumbre a ellos.
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Verduras crucíferas
Si bien, las verduras en general son buenas, pues cada una tiene sus propiedades y nutrientes, no todas nos sientas bien a la hora de ingerirlas, como lo son aquellas ricas en fibra. Una de las bondades de las verduras es que nos ayudan a mejorar el tránsito digestivo y hacerles frente a problemas estomacales, como el estreñimiento. A pesar de ello, existen algunas, como las crucíferas, que al iniciar el proceso de descomposición dentro del organismo generan mucho aire, produciendo inflamación y gases. Entre ellas, el brócoli, las coles de Bruselas, la col, el rábano y la coliflor, entre otras.
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Lácteos
Siempre ha existido el debate si como humanos debemos o no consumir lácteos. Aunque existen quienes defienden la idea de seguir degustándolos, hay quienes se niegan categóricamente a consumirlos, la gran mayoría porque ha comprobado en primera persona lo mal que les sientan una vez consumidos.
Esto se debe a que conforme vamos creciendo, nuestro organismo va perdiendo encimas que ayudan a descomponer los alimentos más fácilmente, por ello, cuando consumimos productos lácteos, tardamos en digerirlos o suelen caernos mal, produciendo que se nos inflame el vientre, nos dé diarrea o produzcamos gases en exceso, como resulta del organismo al intentar digerirlos.
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Alimentos altos en grasas
Cuando algún platillo está muy condimentado o durante su proceso de elaboración se requirieron grandes cantidades de grasa será más propenso a provocarnos problemas digestivos, esto debido a que el organismo tardará más en procesar los alimentos. Mientras intenta digerirlos a través de los jugos gástricos, en nuestro interior se producirán gases que hará que nos sintamos muy llenos, indigestos y con el vientre hinchado. De ahí que la recomendación sea evitar en la medida de lo posible los alimentos procesados o ricos en grasas, como embutidos, margarinas, carnes muy grasosas o comida catalogada como chatarra.
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