Aunque muchos lo consideran dentro del grupo de cereales, la realidad es que la quinoa forma parte de la familia de los amaranthaceae, es decir, una especie de planta que tiene su origen en la región de los Andes. La forma correcta para agruparla o definirla sería como un pseudocereal, un término que es aprobado por organismos internacionales que se emplea para definir a esta y otras especies, como el amaranto o la chía, que cumplen con las funciones del cereal, sin tener su origen en uno.
“La quinoa no es un cereal, pero es usado de la misma manera que los cereales en materia de alimentación; por ejemplo, tradicionalmente la quinoa es tostada y pulverizada para hacer diferentes tipos de panes con la gran diferencia de que éstos no contienen gluten”, explica el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, SIAP.
Se trata de un alimento versátil de fácil alcance en nuestro país, al que se le ha denominado dentro del grupo de superalimentos, gracias a sus propiedades nutrimentales. De acuerdo con la SIAP, la quinoa “es el único alimento de origen vegetal que tiene todos los aminoácidos esenciales, oligoelementos y vitaminas”, de ahí que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la ha considerado dentro de la lista de ingredientes del futuro a nivel mundial —con los que se busca alimentar a la población mundial y hacerle frente al cambio climático—, pues posee omega 6 y omega 3, potasio, hierro, vitamina C y E, complejo B, entre otros.
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En temas proteicos, está comprobado que su calidad está por encima de otros ingredientes, como el trigo, siendo el de la quinoa de mayor y mejor cantidad. Lo mismo sucede con el ácido fólico, la quinoa contiene concentraciones más elevadas que el mismo trigo.
Su contenido en fibra es más elevado que el de otros cereales y vegetales, por lo que se ha convertido en un excelente recurso para quienes sufren de un metabolismo lento, pues mejora notablemente el tránsito intestinal, haciéndole frente al estreñimiento.
Ante dicha cualidad, es que también se ha convertido en una alternativa para quienes están interesados en perder peso, por su alto contenido en fibra y proteína, que da una sensación de saciedad.
Gracias a su nobleza para cocinarse, es que puede usarse en la elaboración de distintos platillos, como sopas, guarniciones, platos fuertes, ensaladas, postres o snacks.
Lo mismo se puede consumir en productos prefabricados como galletas, pasteles, barras o bebidas energéticas, que son consumidas principalmente por vegetarianos, veganos y deportistas, quienes han encontrado en la quinoa un aliado como fuente energética y para construir músculo cuando hay entrenamiento con pesas.
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Incluso, los pacientes celiacos la pueden consumir en grandes cantidades, ya que, al emplearse como cereal sin ser uno, los alimentos que se preparan con ella son libres de gluten, por lo que no provoca daños a su salud.