Uno de los alimentos más consumidos en nuestro país es el huevo que, a pesar de formar parte de la lista de productos de la canasta básica, constantemente es señalado de no ser lo suficientemente nutritivo y que, en contraste, es perjudicial para la salud. A pesar de la campaña de desprestigio, el huevo da la batalla con pruebas contundentes defendiéndose de aquellos que tanto lo critican.
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El huevo o la gallina
Los huevos se dividen en seis partes, siendo el cascarón, yema y clara, los más ubicados. El cascarón está formado de carbonato de calcio y su función es proteger a la yema y la clara que se encuentran en su interior. La yema es la parte central del huevo y tiene un color amarillo, que puede llegar a tornarse a naranja. Es rica en nutrientes y vitaminas.
En cuanto a la clara, representa el 60% del peso del huevo y es el responsable de proteger a la yema. Está formado en su mayoría por agua con una gran cantidad de nutrientes, como vitaminas, minerales y un alto concentrado de proteína.
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Los tres componentes extras que conforman la parte del huevo son la cutícula, que es una capa protectora de queratina que ayuda a cerrar los poros del cascarón; la chalaza, que son dos filamentos que sirven de soporte para que la yema se encuentre en el centro rodeada por la clara. Se dice que entre más prominente y espeso sean dichos filamentos es un huevo más fresco y de buena calidad. Por último, está la cámara de aire que se crean una vez que la gallina lo ha expulsado y se localizan en la parte más ancha del huevo.
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Al gusto
Considerado como uno de los alimentos animales más saludables, el huevo ha estado siempre en la polémica pues se le ha tachado de ser el causante del colesterol en las personas y es que, de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Social, en México una persona consume 345 huevos al año, lo que representa 26 kilos al año, convirtiendo a nuestro país en la nación que más consume este alimento.
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A raíz de esos datos, es que se le señaló, desde la década de los 70, como el responsable del aumento del colesterol entre la población, pues como es sabido, el huevo “tiene una combinación y equilibrio sumamente adecuado de ácidos grasos saturados e insaturados”, de acuerdo con datos publicados por la Universidad Nacional Autónoma de México, sin embargo, dicha grasa “tienen un efecto más bien protector y su consumo no eleva de manera significativa el colesterol en la sangre”, explica la UNAM.
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Por su parte, el Instituto Nacional Avícola se ha encargado de desmentir los rumores entorno al huevo y se ha dedicado a aclarar permanentemente que el consumo diario no es el responsable del aumento del colesterol en la sangre en las personas.
“El cuerpo produce 850 mg de colesterol diario y la dieta aporta 300 mg, pero el cuerpo absorbe 180, por lo que ingerir dos huevos cada mañana de ninguna manera elevará el colesterol de la persona”, explica la SADER al respecto.
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De gran valor
Dentro de las propiedades nutrimentales a destacar sobre la yema es que rica en vitaminas A, E, D, K, B1, B6 y B12. Contiene colina, que ayuda directamente al funcionamiento del huevo, la memoria y el sistema nervioso. Es rico en ácido fólico, ácido pantoténico y biotina. Además, contiene pigmentos carotenóides, inmunoglobina y es uno de los alimentos de origen animal con mejor composición de lípidos.
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En cuanto a la clara, es rica en vitamina B2, zinc, yodo, selenio, fósforo y hierro. Además, se le reconoce su aporte en proteína de alto valor biológico que ayuda al mantenimiento de huesos y músculos; además, tiene propiedades antimicrobianas, inmunoprotectoras, antihipertensivas y antioxidantes.