Junto con el sushi, el ramen es uno de los platillos orientales más populares y que más se consumen alrededor del mundo. Además de un gran sabor, el ramen es un platillo muy nutritivo que combina prácticamente todos los grupos alimenticios y que, además, es muy fácil de preparar.
Aunque mucho se ha debatido sobre el origen de esta sopa de pasta, entre Japón y China, se ha documentado que es el pueblo chino es quien está detrás de su invención.
Como sea, el ramen, chino o japones, es un platillo muy noble del que se han creado distintas versiones, como en Japón que manejan hasta 20 estilos diferentes. Es tan popular que hasta tiene su propia fecha de celebración; cada 25 de agosto se conmemora el Día del Ramen, como un tributo.
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Aunque lo que destaca en un principio son sus fideos, el ramen es mucho más que eso, pues dependiendo el estilo es que se acompaña con más ingredientes, de ahí que se le considere como platillo único más que sopa, pues con un tazón bien servido, basta para llenarte y recibir los nutrientes de cada uno de los ingredientes que lo conforman.
Un ramen, independientemente del estilo, está conformado por un caldo, que puede ser de res o pollo; los fideos, de los cuales hay muchos estilos, formas y grosores; una ración de ciertas verduras; trozos de carne y su respectivo huevo cocido.
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Ya otros estilos agregan más o diferentes ingredientes, como fideos más gruesos, caldo de pollo, pescado y algunas especies, como soya, para darle variedad a los platillos.
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Un plato balanceado
Como se comentó al principio, el ramen es muy saludable, que más que sopa puede ser considerado un platillo completo, al combinar distintos grupos alimenticios.
Los fideos, para empezar, están elaborados de trigo. Si bien, existen muchos estilos y formas, destaca el elaborado de harina refinada. Sin embargo, en la medida de mejorar los platillos y con la intención de ofrecer opciones más nutritivas es que se han desarrollado fideos a base de harina integral, que son los que se están pidiendo más en los restaurantes, como una medida para balancear el platillo, aunque siguen persistiendo los primeros.
Otros fideos que están tomando relevancia son los fideos de arroz o los libre de gluten, para quienes sufren de complicaciones digestivas.
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Ahora toca el turno a la proteína, que se agrega a través de la carne. Normalmente suele cocinarse carne de cerdo, de ahí que se obtenga el caldo del ramen, y se incluye lonjas de tocino; pero también puede sustituirse o combinarse con pescado o mariscos, del cual también se obtiene el caldo.
Para quienes no consumen carne o desean reducir su consumo a la hora de comer ramen, algunos platillos o recetas emplean tofú o soya, entre otros ingredientes para sustituir el producto de origen animal.
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En cuanto a las verduras están de entrada los cebollines, setas, semillas de sésamo o coles de Bruselas, entre otros. Tampoco puede faltar el wakame, que es un alga de sabor y consistencia muy sutil que suele incluirse en los distintos tipos de ramen.
Algunos países, como el nuestro han tropicalizado las recetas, agregando ingredientes locales, como zanahoria, granos de elote o especies picosas, como chile de árbol, para darle ese sabor picosito que tanto gusta.
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En el tema de leguminosas, el ramen incluye la soya, los guisantes, judías o alguna otra especie para darle color y variedad a los sabores.
Como dato curioso, seguro te ha tocado ver a alguien que hace mucho ruido al comer ramen, al sorber los fideos, pues según dicen las reglas de etiqueta para comer ramen que entre más ruido se haga, quiere decir que el platillo está delicioso y que es un gesto que se hace para que el chef o cocinero escuchen que quedaron deleitados con su platillo. ¿Cómo ves?
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