El cheesecake o tarta de queso es uno de los postres más populares del mundo y, quizás, uno de los más antiguos, pues su aparición se dio a conocer por primera vez en la antigua Grecia durante la celebración de los Juegos Olímpicos del 776 a.C., debido a que este postre se eligió como el complemento ideal para los atletas, ya que sus calorías aportaban mucha energía en poco tiempo.
En el siglo XIX, esta receta llegó a Estados Unidos, cuando William Lawrence intentaba copiar el famoso neufchâtel francés, pero gracias a que su intento no resultó, inventó este gran fenómeno de la pastelería: el cheesecake.
Actualmente, el cheesecake tiene, al menos, 20 variantes de sabores alrededor del mundo, ya que se puede preparar de mil maneras: con chocolate, con dulce de leche o con galletas trituradas, sin embargo, es el de queso crema con jalea de fresa o cereza, el clásico y favorito de todos.
Esta versión con menos calorías te hará romper la dieta … ¡pero no tanto!
INGREDIENTES
4 barras de queso crema light
1 taza de media crema
4 huevos
2 cucharadas de vainilla líquida
4 cucharadas de maicena
1 taza de Splenda
170g de galleta María
5 cucharadas de mantequilla
300 gramos de mermelada de fresa sin azúcar o reducida en calorías
PREPARACIÓN
Precalienta el horno a 180 grados centígrados; en un recipiente coloca las 4 barras de queso crema light y mezcla hasta que estén integradas, después agrega los 4 huevos, la taza de crema y la vainilla, mezcla un poco más y añade la taza de Splenda y la maicena, continúa batiendo hasta lograr una consistencia cremosa.
Para la base, deberás hacer polvo las galletas, (puedes machacarlas o molerlas en una licuadora). Posteriormente agrega la mantequilla y mezcla poco a poco con las galletas pulverizadas, coloca esta pasta de galletas en el fondo de un molde y presiona para formar la base del cheesecake.
Vierte encima la mezcla cremosa que hiciste antes y lleva todo al horno durante 50 minutos. Cuando lo veas dorado de arriba, sácalo y déjalo reposar por 10 minutos, colócalo en el congelador por media hora y finalmente decora la superficie con la mermelada de fresa sin azúcar.