Todos los hombres, sin excepción, nos hemos visto en la necesidad de afeitar el rostro. Acá no importa tus genes, edad, ni complexión, si eres velludo o lampiño, en más de una ocasión hemos pasado el rastrillo por la cara para eliminar el vello, recortarlo o delinearlo para algún diseño.
Foto Pexels
Aunque es una acción tan común, la gran mayoría de los hombres cometemos muchos errores a la hora de hacerlo, empezando con no preparar la piel antes de cortar. De llevarlo a cabo correctamente, nos evitaríamos muchos problemas, desde conseguir un mejor rasurado hasta evitar lesiones o que la piel sufra consecuencias, como irritabilidad.
A diferencia de lo que pareciera, esta rutina de cuidado es muy práctica y no te tomará mucho tiempo ponerla en práctica.
¡A darle!