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“Por favor, escúpele”: descubren “ingrediente secreto” en restaurante de hamburguesas

El festejo del día del padre se convirtió en toda una desagradable experiencia para Curtis Mays en Estados Unidos

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Curtis Mays celebraba el día de padre con su hija y su nieta en el restaurante Bohemian Hall and Beer Garden en Queens, Nueva York, en Estados Unidos.

La familia fue atendida por una mesera muy amable, a quien le ordenaron una hamburguesa bien cocida con queso cheddar, cebolla caramelizada y mayonesa en el pan tostado.

Los tres comieron su hamburguesa, sin embargo, al momento de pagar hubo una confusión en su pedido, por lo que le pidió el recibo a la mesera.

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La mujer amable le llevó el ticket. Cuando lo recibió, notó algo que no había pedido en enormes letras rojas: “Por favor, también escúpele”.

Luego de descubrir los detalles de su orden, Curtis sintió vomitar, ya se habían comido las hamburguesas.

En respuesta, el gerente del restaurante les dio la comida gratis y despidió a la mesera.

En tanto, les dijo que no se preocupara pues era “muy probable” que el chef no haya escupido en su comida.

Mientras que el Departamento de Salud estadunidense califica la reputación del restaurante con una A, su reputación en línea está por lo suelos.

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“No vayas aquí a menos que te guste la saliva” se puede leer entre los comentarios que tiene en Google.

Al respecto, a través de las redes también han intentado justificar a la mesera: "Es muy probable que en el recibo debiera decir ''And split it in two'' [Y divídela en dos], ya que él estaba ahí con sus hijos".

Otros más justificaron las acciones de la camarera: "Si vas a faltarle el respeto a una hamburguesa pidiéndola bien cocida, mereces que te falten al respeto también".

Parece que en las hamburgueserías estadunidenses este tipo de “sasonez” para la comida no es nuevo.

En 2009, el diputado Edward Bylsma notó un escupitajo dentro de la hamburguesa que pidió en un Burguer King en Washington.

Durante el juicio, que el legislador ganó, Bylsma aseguró que, pese a no comer la hamburguesa, el sólo hecho de ver el escupitajo en la comida le causó un trauma emocional, vómitos, ansiedad y hasta falta de sueño.    

Con información de VICE

rgg