Toda la vida hemos vivido engañados, creyendo que muchos de los quesos que consumimos son quesos, y algunos de esos quesos comerciales son productos que tienen grasa vegetal en lugar de leche.
Para dejar de vivir en el engaño, y con el fin de proteger los derechos de los consumidores mexicanos, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Secretaría de Economía (SE) prohibieron la comercialización de más de 20 productos denominados como “queso”, de 19 marcas, y dos productos denominados como “yogurt natural”.
En el caso de los productos denominados como “queso” encontraron que presentan leyendas “100% de leche” y no lo son, la realidad es que adicionan grasa vegetal para sustituir la leche. Y en el caso del “yogurt natural” incumplen en contenido mínimo de leche y adición de azúcares.
Tu cara cuando sabes que el #QuesoQueNoEsQueso pic.twitter.com/B6v9eN25XV
— DrON Alejo (@ElMasterIronik) October 15, 2020
Usuarios de redes sociales opinaron
En Twitter las reacciones no se hicieron esperar: “entonces las quesadillas nunca llevaron queso”, expresó Manuel Ávila. Mientras que la doctora Carmen Medel Palma opinó: “exhorto a las empresas de alimentos procesados, que asuman las tareas que les correspondan, para abonar a los nuevos tiempos que vivimos en México, nuevos tiempos donde engañar al consumidor y poner encima el dinero sobre la salud no tiene cabida”.
Algunos usuarios aprovecharon para anunciar la venta de sus productos: #QuesoQueSíEsQueso acá conmigo. Queso de rancho artesanal, hecho con leche de vaca, garantizado hasta dos años y delicioso. Los memes tampoco se hicieron esperar.
#QuesoQueNoEsQueso entonces las quesadillas nunca llevaron queso. . . pic.twitter.com/iqd8LdZLly— Manuel Avila (@Manuel_Alfonso8) October 15, 2020
¿Cómo reconocer un queso de buena calidad?
Calidad de la leche: un queso fresco artesano está hecho con leche de vaca con un día de maduración, esto influye para que se tenga un buen queso o no.
Entre menos ingredientes, mejor: que no tenga conservadores, ni otros ingredientes extraños. Cuantos más elementos introduzca el productor, peor para el consumidor y mejor para el bolsillo del que comercializa el queso.
Si es homogéneo, no es bueno: un queso fresco no tiene una superficie totalmente lisa y homogénea, como si ocurre con los industriales.
Un queso fresco también tiene aroma: sácalo del refrigerador minutos antes de consumirlo para que se atempere y puedas disfrutar sus aromas lácticos.
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Tipos de quesos
Quesos duros: son aquellos con mayor tiempo de maduración, lo que produce unas notas más picantes en su sabor, con una textura única, ideales para rallar.
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Quesos semiduros: tienen una textura más suave y un aroma leventemente dulce. Los ojos característicos de estos quesos son redondos bien definidos, brillosos y distribuidos de manera homogénea.
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Quesos blandos: tienen una textura cremosa, un sabor más suave lo que hace que combine perfectamente con todas las comidas. No debe tener suero, deben tener una textura lisa, sin grietas, ni ojos de ningún tipo.
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Queso muzzarella: tiene la particularidad de ser un queso de pasta hilada, se elabora fundiendo por temperatura las proteínas obtenidas durante la coagulación de la leche al mismo tiempo que se les va amasando para orientarlas en un mismo sentido. Su sabor es suave, levemente ácido y de textura homogénea.
El mercado de los quesos hoy brinda un abanico de nombres y precios para todos los paladares y bolsillos, de ahí la importancia de saber reconocer un buen queso a la hora de comprar para que no te den queso que no es queso.
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(Con información de viapais.com y newsyahoo.com)